La cirugía de implantes de senos puede interferir con la capacidad de amamantar de forma eficaz, ya sea al reducir o eliminar la producción de leche. Aunque la mayoría de las mujeres con implantes de senos que intentan amamantar a sus bebés lo han logrado con éxito, se desconoce si existen mayores riesgos para una mujer con implantes de senos o si los hijos de las mujeres con implantes de senos tienen más probabilidades de sufrir problemas de salud. En este momento, se desconoce si es posible que una pequeña cantidad de silicona pase de la capa de silicona del implante a la leche materna durante la lactancia, o cuáles podrían ser las posibles consecuencias. Un enfoque quirúrgico periareolar podría aumentar aún más las dificultades para amamantar. Sin embargo, la American Academy of Pediatrics ha indicado que no existen razones para que una mujer con implantes deba abstenerse de amamantar.